by Tina | May 29, 2015 | ARTÍCULOS
“La poesía debe rasgar, articular el dolor y el gigantesco despropósito que se procura a expensas de lo humano. La palabra y la belleza deben postularse en función de ese desgarro. Denuncia y artificio, salto desde un precario paracaídas, tecnología y fractura al servicio del nosotras y la gente. Responsabilidad mínima a la que me suscribo, y con la que me lanzo de lleno y sin asideros. La poesía es un riesgo y un ejercicio matriz de rescate que hay que asumir.” Con estas palabras sinteticé en su momento mi poética personal del proyecto Código de barras, un proyecto que involucraba poesía, jazz, tecnología y arte en colectivo. Precisamente los ideales políticos y estéticos de interacción y colaboración, de intercambio fructífero y esencial que permitiera la doble instancia de revelación/rebelión, se llevó a cabo, pienso que espléndidamente, a través de la visión colectiva de cuatro artistas que expusimos en el Museo Vostell de Malpartida en 2006 bajo el título “The Only Bush I Trust is My Own/El único arbusto en que confío es el mío.” El colectivo estaba formado por María José Tobal, Ione Saizar, Ainize Txopitea y yo misma, quienes habíamos expuesto nuestro trabajo en la Universidad de Vermont en febrero de ese mismo año. También Aquilino Ramos se unió al proyecto lúdico-contestatario-colectivo en Malpartida con su estupendo trabajo Fluxus: “Concierto para Rebeldes en la noche de San Juan.” [Catálogo de la exposición en la que participan: Tina Escaja, Ione Saizar, MJ Tobal y Ainize Txopitea] En el título mismo de nuestra expo, que obtuve en Internet a modo de complicidad con los postulados feministas...